miércoles, agosto 29, 2012

Caer a la libertad

Por lo general la gente tiene miedo a tropezar, lo cual perfectamente entendible, ya que es normal por el golpe que te pegarás al caer. Pero hay ocasiones en las caer puede ser una solución, desahogarse siempre es una gran ayuda y para hacerlo tenemos que caer emocionalmente. Por eso algún día me gustaría hacerlo real, me gustaría caer desde una gran altura, tal vez tirarme de un paracaídas. Y me ánimo a escribir esto, es lo que creo que pensaría mientras caigo.

Primero imagina que tienes tu canción favorita a todo volumen (una de ellas, de las que te animan), debajo te espera mucha gente a la que quieres, deseas ver pero también dejarás muchos de ellos arriba en el avión de dónde has zarpado, todos o mayoría de tus sueños hechos realidad están en el lugar donde caerás. Arriba puede que estén muchas cosas que te impiden continuar, muchos de tus miedos, gente que te critica y tu propio yo, (que a veces te dice no puedes). Vamos a empezar… De momento viene tu otro yo, el positivo, el que cree en ti. Te empuja y te dice: TU PUEDES! Y TE LANZAS!!

El volumen de tu canción favorita esta al máximo! Empiezas a caer, no te lo crees porque a la adrenalina a penas de te deja pensar. Piensas que cuando eras pequeño el futuro era muy brillante, luego una con el tiempo capa de infelicidad por cosas que nunca necesitaste empezaron a nublar tu mente. Mientras caes estás pasando por esta capa, al final no sabes que te pasará en el camino hacia abajo, pero sigues, no tienes forma de devolverte.

Back to life! No tienes de otra que seguir viviendo, cayendo al vacio de tus nuevos sueños, de tus ojos brotando algunas lagrimas para el funeral de tus miedos, no te puedes crees todo lo que estas dejado atrás, puede que alguno de los que has dejado, en el futuro te reclame. No sabes lo que pasará en el camino pero tienes claro dónde va a terminar. Sientes las nubes que te pasan a través de tu cuerpo, algún viento frío que te puede dar miedo, otros tórridos que dan la confianza de saber que todo puede acabar bien.

Nada lo tienes seguro, pero por lo menos sabes que has hecho algo importante en tu vida, de lo que posiblemente te arrepientas en alguna vez, pero tendrás una gran experiencia que nunca olvidarás. Al terminar el viaje habrás logrado lo más importante: Has tomado el riesgo, rompiendo muchos muros de tu mente. ¡Habrás caído en la libertad!

Lo había escrito para compartir, ¡ya lo he hecho!